PII ENTREGA E3
EJ 3
MERCADO ECOLÓGICO AL AIRE LIBRE
Los supermercados son sin duda la invención más práctica.
Por eso los estadounidenses, con su inglés práctico, los
llaman convenience store, tiendas de conveniencia. Grandes almacenes en los que
puedes encontrar gran variedad de artículos cotidianos.
Droguería
Higiene y perfumería
Menaje
Productos para mascotas
Bazar
Bebidas
Congelados
Carnicería y charcutería
Pescadería
Lácteos y huevos
Conservas
Desayuno y bollería
…
Y una lista finita de nombres para agrupar todos sus
productos.
Vamos a centrarnos en este último grupo, la comida.
Ocupa la gran mayoría de los supermercados, probablemente
por la cantidad de productos diferentes en todas sus variaciones de tamaño,
sabores, formas… que nos ofrecen las diferentes marcas que se venden.
Con lo cuál lo primero que haces cuando entras en el super
es ir a buscar el cartelito que te indique el pasillo al que quieres ir. Y
encuentras la zona de desayuno. Buscas en las gigantes estanterías los cereales
que te has acabado esta mañana. Y a continuación comparas:
Copos de avena Carrefour
Pros:
- Caja de cartón + bolsita interior de
cartón
- más baratos 1.30 €/kg (ha subido 0.30
desde la última vez)
Contra:
- Son normales, no tienen nada especial
Avena suave integral ecológica Oatibix
- pone que son ecológicos
Y muchas más marcas, nombres, procesos, etiquetas…
Al final con cuál te quedas?
Y eliges una de entre tantas.
Sin duda hay una imagen que me ha puesto la piel un poco de gallina. Y aunque delante de una estantería te de la sensación de que te están dando a elegir comprar las marcas que a ti te gustan o las que consideras más éticas… En el mercado de la comida pasa esto:
Nosotros, ingenuos, que nos creíamos con la libertad de elegir, de diferenciar.
Vamos a imaginarnos la siguiente situación:
Es verano, hace calor, te apetece un heladito.
Te asomas al congelador y ves una apetecible tarrina de Carte
d'Or; o una de Ben&Jerry’s con galleta; un Magnum con su capa de chocolate
crujiente; un Cornetto para poder comer el barquillo; un frigopie como los que
se comprabas en el kiosko de pequeño…
Parpadeas dos veces y lo que ves en las cámaras frigoríficas
es un helado de Unilever en formato tarrina grande de plástico; otro helado de Unilever
en formato tarrina pequeña de cartón; un helado en un palo; en formato
barquillo; otro helado de Unilever en un palo…
Y vuelves a parpadear una tercera vez y te encuentras un
helado tamaño familiar para las vacaciones a la playa, un helado más ‘juvenil’
para comer a cucharadas soperas desde el sofá, un helado de palo para gente
madura, rica e incluso ‘sexy’, un helado para comer con tu pandilla de amigos
en un festival de verano, un helado de palo para los niños que van al kiosko de
la piscina de su pueblo…
Cada tipografía, la paleta de colores, los anuncios, la música…dan forma a una nueva marca, un nuevo público objetivo, otro colectivo al que comprar. Y es que cuando nos asomamos a la cámara frigorífica no estamos comprando helados, estamos comprando atmósferas.
Ahora cuando vayas al super al comprar, tal vez, espero, te
acuerdes de esto. Y te darás cuenta de que la gran GRAN selección de productos
que tienen en los supermercados se reducen a 10 grandes empresas. Que controlan
el grueso de lo que comemos.
Pero hay muchos menos nombres.
Por una principal razón, y es que tienen menos margen de
manipulación.
Entiendo que es un poco difícil separarse del pasillo de los
cereales, de los perfumes, de los champús… son difíciles de hacer en casa y
también son complicados de encontrar en tiendas de producción local o
ecológica.
Sin embargo, hay un pasillo del que es muy fácil alegarse
por la cantidad de oferta que existe fuera de los supers, y ese es el de la
fruta y verdura.
Existen muchas tiendas de fruta y verdura más locales, las
fruterías.
Hay fruterías con productos ecológicos, fáciles de conseguir al ser un producto primario.
Hay mercadillos ecológicos, en los que el 80% de los puestos
son de fruta y verdura.
Y siempre existe la opción de cultivar tu mismo los árboles,
tubérculos y plantas que luego vayas a comer.
Además de controlar y conocer de más de cerca la procedencia
de los alimentos hay otra ventaja de elegir alegarse de los supermercados.
Acercarse a la comida.
Es una tontería, pero alguna vez te has planteado, si no lo
sabes ya, como crecen los espárragos, o como es un árbol de pistachos.
Cuál es la época en la que el naranjo da naranjas.
O que los tulipanes se plantan en otoño para que los bulbos
sobrevivan el frio del invierno antes de florecer.
La tierra es la base de nuestra alimentación. Nos da el lienzo
perfecto para pintar nuestra propia atmósfera, lejos de los colores de los
cereales y la música de los helados.
La tierra es donde germina la vida, las relaciones y la comida, y las ciudades crecen dándole la espalda.
Por eso como ciudadanos comprometidos con nuestra propia
salud y la del resto del globo debemos acercarnos a la tierra, aprovechar los
nutrientes que nos da de forma natural, apostar por los productos ecológicos,
los que se hacen con cuidado.
Debemos volcarnos a las personas que nos miran el pelo y nos
recomiendan un champú sólido de jazmín y como usarlo para sacar las mejores
propiedades. Por que lo han hecho con sus propias manos y lo conocen.
No quiero pasarme el sábado por la mañana sentada en el
suelo de un supermercado leyendo las propiedades de los champús por que no hay
nadie a quién preguntar y tampoco nadie que me sepa responder.






























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